“desde los tiempos del cine silente, la música se ha incorporado a la cinematografía como un personaje mas”, componer específicamente una partitura para cine, a fin de crear sentimientos y acentuar atmósferas es siempre una labor que exige sensibilidad y talento”. “La banda sonora de un filme tiene que reforzar, con sus efectos, las intenciones de cada secuencia, sea con orquestaciones, con ritmos diferentes o incluso con el recurso de los silencios. Esa es la clave para que la simbiosis sea eficaz”.

Es importante destacar que después de 1910, se alternaban tanto música clásica como ligera. Así en la partitura musical del primer largometraje parcialmente sonoro “El cantante de Jazz”.